No fueron unas jornadas fructiferas en cuanto a peces pero merecio la pena la calidad de sus amaneceres y atardeceres. Aguas cristalinas, buena compañía y unos paisajes inolvidables, todo esto amenizado con alguna que otra pelea con esos pequeños peces de pintas rojas puso colofón a un finde inolvidable.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario